viernes, 8 de septiembre de 2017

Selene - Parte 1

Era verano y hacia un calor pesado.  La ropa que se podía observar en las calles eran  todas muy similares: remeras de manga corta y bermudas cortas.

Ella no fue la excepción, tenia una blusita suelta y una bermuda de jean clarita con ojotas.

La chica esperaba en una esquina  a mi llegada mientras se entretenía con su celular.

Todo sucedió muy natural, nos saludamos y me invito inmediatamente a una plaza de la zona…

-         - Vamos a una plaza por acá cerca  - me dijo, podemos comprar algo para tomar y nos quedamos sentados por ahí.
-          -¡Dale!  Conteste con seguridad, siguiéndola.

De camino a la plaza había mas o menos unas siete cuadras, que íbamos atravesando con una conversación  amena pero escueta.

-         - ¿Tardo mucho el bondi? – me preguntó ella
-          -Masomenos,  pensé que el viaje iba a ser mas largo…
-          -Bueno pero llegaste re bien …
-          -Si ya conocía esta zona, vine un par de veces
-          -¿Conoces la plazita a donde te estoy llevando? – me volvió a preguntar
-          No, pero te tengo fé- bromeé

Al llegar mi primera impresión de la plaza  fue linda. Se podía observar  poca gente pero muy amigable, una bandita a lo lejos zapando unos acordes, y una luz tenue que hacia que esa tarde/noche no parezca tan oscura

-¿Nos sentamos allá?- me dijo ella, señalando un banquito de cemento
- lo que quieras, conteste nuevamente con voz pausada mientras la seguía.,.- ¿Viniste muchas veces a esta plaza?
- si, desde que soy chica, le tengo un gran cariño, en un rato vas a ver que se va poner,  y va a ir cayendo gente…
-   ¡que bueno! me gustan las plazas con una onda hippie jaja
- ¿hippie? Me replicó ella, mientras sacaba el celular de su bolsillo y miraba la pantalla.
- si no sé… en capital no hay plazas asi, son mas de cemento, con menos verde y no tan grandes…
-Cierto que sos porteñito vos… - bromeeo ella
- te propongo un juego -le dije interrumpiendola 
- ella me miro azorada  esperando mi propuesta con entusiasmo

 - Imaginemos que esta es la última noche de nuestras vidas -le planteé,  -¿que sería lo que harías  ahora?

Me miro 3 segundos reflexiva,  llevo sus ojos hacia el costado  como queriendo encontrar una respuesta y me contesto:  -me iria ya mismo a ver a mi hermana y a mi vieja a mi casa…  -¿vos? – repregunto ella con una media sonrisa.

-          -Yo…  yo… (titubee unos segundos).  Y mirando hacia un costado donde estaban los juegos le respondí efusivo;  - ¡yo iria a las hamacas! .  E inmediatamente me fui hacia estas dejando a la chica atrás.

Me senté en una de las tres hamacas que tenían esos juegos. Eran  dos de color naranja y  una de amarillo clarito.  Ya sentado en la hamaca del medio la esperaba  a que  se acercara para que me  acompañe a jugar un rato.

-          -Que manera rara de aprovechar tu última noche – me dijo, mientras se sentaba en la hamaca de al lado, color amarillo clarito.
-          -¿Vistes? Jugando con vos. ¡a ver quien llega más alto! – le grite,  y empecé a  oscilarme.

Habrán pasado unos cinco minutos de solo escuchar el ruido chillante de las cadenas de las hamacas subir y bajar. Ninguno decía nada. Realmente estábamos jugando y nos mirábamos y sonreíamos mutuamente, compitiendo a ver quien llegaba mas lejos.

-        -  ¿Tomamos algo?  – sorprendió ella, y freno con sus ojotas la hamaca, llenándose de arena en sus pies.
-         - ¿Que tenés ganas de tomar? -Le pregunté, mientras mi hamaca lentamente se frenaba
-          -Me quiero sacar la sed, vamos a ese kiosko de enfrente.  Se bajo y caminamos hacia allí.
-Ella compro una sprite para compartir de 600
-¿Te gusta la sprite? - me preguntó
-  aunque no me guste ya la tenes en tu mano – bromeé
-Jaa.  Esto y unos chicles -le dijo al kioskero , mientras agarraba unos de menta, y le daba un billete de 50 pesos .

Regresamos a las hamacas pero esta vez ya no para jugar.  Corría un airesito hermoso y su pelo se le pegaba en la cara.

“- Vaya...  –esbozo ella
- ¿Qué?
- Voy a confesarte algo. No esperaba divertirme tanto en una hamaca.
- Ja.” Yo para serte sincero tampoco jajaja. - ¿Crees que hay otros en otras plazas pasándola igual de lindo?- le pregunté inocente

- La mayoría de las personas mataron a peter pan, en ocaciones siento que yo también lo mate, pero a veces un viernes cualquiera te encontras con alguien que lo saca del cajón y ahí lo viste- dijo ella.  Solo atine a sonreír,  y me quede callado escuchándola.

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